«El lujo no depende de la riqueza, sino la ausencia de vulgaridad» esta era una de las frases que decía Coco Chanel hace varias décadas atrás y frente a la cual concuerdo totalmente. El lujo aunque se considere fuertemente ligado al status social y la acumulación de riqueza no es sinónimo de «buen gusto» o de un estilo impecable; y la generación Z si que nos ha demostrado esto.
Marcas tan controversiales como Balenciaga y clásicas como Chanel han caído en un círculo vicioso de buscar convertir sus lanzamientos en «virales», ¿pero a que costo? El éxito de un producto en la actualidad se mide por cuán viral es en redes sociales, que tan rápido se agota y quienes son los «privilegiados» en poder comprarlo; sin embargo cuando ves los productos virales no entiendes que ha pasado con la sociedad.
Veamos algunos ejemplos…
Este bolso de Louis Vuitton se agotó en tan sólo 8 horas en su página web y tiene un costo aproximado de EUR 7.000, aunque tiene su clásico logo por todas partes cuenta con 3 agujeros enormes, que obligan a usarlo con un bolso interno adicional para que los objetos no se salgan. Su diseño es tan irracional como la explicación que les acabo de dar, pagar tal suma de dinero por un bolso que ni siquiera puedes usar normalmente y que además se ve horrible; es ridículo.

A esta tendencia de pagar por artículos feos, sobrevalorados y sin diseño se le ha llegado a denominar el movimiento «Cutrelux», lujo totalmente cutre y feo. Su marca líder es Balenciaga y si que ha dado de hablar en los últimos años, no tiene nada que ver con sus inicios como marca de lujo, ni la magia de su creador; por el contrario cada vez se aleja más de la «moda y el lujo» y se acerca a ser un experimento social con cada colección que lanza.


Aquí tienen tan sólo dos ejemplos de los que han sido los productos más polémicos de Balenciaga (la lista es larga), su parka reversible con tonos neones y franjas reflectivas es el uniforme de miles de trabajadores y constructores en Europa pero al tener las letras de BLNCG atrás lo tornan en un producto de «lujo» vendido por alrededor de EUR 3.000. Y en la derecha ven una bota con media y tacón valorada por EUR 1.000 que además viene en color verde neón por si quieren combinarla con la parka de la izquierda. Estos dos artículos de verdad que rompen con la estética, no siento que sean un movimiento de moda «diferente» sencillamente son feos y lo peor es que están sumamente sobrevalorados.


El problema aquí es que los consumidores los compran, demostrando que a pesar de sus diseños hay personas dispuestas a usarlos y a pagar sumas excesivas de dinero tan sólo porque el logo de una marca de lujo está impreso en ellos. ¿Qué ha pasado con darle crédito a la confección detallada e impecable? ¿al uso de materiales de buena calidad? Y bueno, no es sólo que los diseños sean feos, a prendas tan básicas como un top blanco tipo «esqueleto» por el hecho de agregarle la placa de PRADA en su parte frontal pasa de EUR 7 a EUR 700 y el material es el mismo; o que me dicen del tan polémico boomerang lanzado por Chanel hace algunos meses que llegó a costar casi 2 mil dólares, solo por tener el logo de la prestigiosa casa de moda.
Estamos en un punto donde el lujo se esta confundiendo con extravagancia innecesaria, donde se premia la falta de diseño y calidad y donde se le da más importancia a la «viralidad» en redes sociales.
Espero no caigan en el «Cutrelux».
Hasta una próxima,
HawkishTrend