Recordando los tiempos donde el reggaetón era novedad, las minitecas o chiquitecas estaban de moda y eran la evolución de los 90 de la “coca cola bailable” de los papás, recuerdo que algo más importante y crucial se inventó para ese entonces: Facebook. Nuestro querido amigo y adicción total de la actualidad, surge en una época donde la comunicación inmediata estaba hasta ahora cogiendo auge, donde el Messenger era el pretexto perfecto para usar el computador de la casa y poco o nada sabíamos de los chismes de nuestros amigos y conocidos en tiempo real. Teniendo como antecedente al no tan famoso: My Space, Facebook fue la revolución para nuestra generación y las venideras, una aplicación que creo un caos total en toda relación humana existente y lo sigue haciendo. Porqué es claro para todos que sin Facebook, muchas amistades no se hubieran destruido y muchas relaciones seguirían funcionando. Sin embargo no todo es malo con este invento, ha traído sin lugar a dudas una comunicación inmediata el hit de la web con: fotos, estados, los “Me gusta” en todos ellos, compartir, no compartir, agregar o negar a una persona en tus contactos, en fin miles y miles de acciones que no existían y son aún difíciles de explicar para cualquiera que no tenga su página.
Siendo la tercera y última entrega del “amor en los tiempos de …” he dejado los mejores resultados de la encuesta para el final, el amor ha tenido un cambio abrupto como hemos visto en todas y cada una de las aplicaciones, siendo una “ruleta del amor” en Tinder donde se oferta una cara bonita o un cuerpo de gimnasio, pasando por las ganas locas y formas novedosas de suplir un acto que hasta hace poco era netamente físico con Whatsapp, llegando a una aplicación que dota a cualquier mujer y hombre de herramientas necesarias para convertirse en el mejor director de cine, donde su novio o novia es la protagonista y déjenme decirles que usualmente son películas clasificación 18+. Facebook es la plataforma ideal para realizar el acto de “stalkear” (término que se refiere a comportarse como un stalker es decir como loco, compulsivo y obsesivo con alguna persona), perseguir a punta de clicks al otro, analizando comentario por comentario, fotos y hasta estados de ánimo para una de dos: confirmar cachos o imaginarlos lentamente.
Pretencioso sería que Don Mark Zuckerberg algún día se hubiese imaginado que iba a crear un arma tan poderosa, capaz de crear Blockbusters dirigidos por mujeres celosas que por naturaleza son cineastas de corazón. Es un arma letal que además, confirmado por la encuesta, se ha convertido en ritual obligatorio diario de las personas: mínimo 2 veces al día el 83% de las personas confesaron entrar al perfil de su actual o futura pareja para echar un vistazo y en la mayoría de casos “solo” para revisar que ninguna “guaricha de esas fáciles le haya escrito a mi hombre!” Sumado a esto están los “Me gusta” esa mano con el dedo para arriba que arto mal sí que le ha hecho a la sociedad, porque un “Me gusta” aquí y en Kualalumpur significan lo mismo: me gusta esa publicación, me gusta lo que dices, me gusta tu foto, ¡Me gustas TÚ! Y claro para mujeres celosas o incluso para cualquier mujer que su novio le ponga like a la foto de otra mujer sola donde casualmente salga en bikini es puñalada trasera nivel karate kid. Rastrear lo cachos o las salidas misteriosas y no declaradas por Facebook sí que es fácil, si no se es hábil pues solamente con que alguno suba una foto y te identifique ya ¡condenado! Pero si eres el más pilo o pila e hiciste jurar a todos los presentes que no subieran fotos o no te etiquetaran, créeme que de alguna manera, llámese justicia divina, karma del demonio o sencillamente mala suerte, alguien rompe el pacto sube una foto y fijo es el amigo en común.
A esto hay que sumarle que de por sí los enlaces de amigos en común, amigos recientemente agregados o los grupos y demás crean lazos entre casi todas las personas que se mueven en tu mismo círculo social. Un amigo de la Universidad seguramente tiene más de 10 amigos en común contigo solo por compartir el lugar de estudio y claro está en las relaciones una manera curiosa de vigilar o conocer un poco más a los amigos de tu pareja es agregar a varios de ellos. Pero, ¡alto! En este punto me sorprendí con la respuesta de las personas al querer saber “Cuál es la manera preferida de stalkear a su pareja en Facebook?”. Las opciones iban de un extremo a otro desde la despreocupación total como: “ver su muro.. casual” hasta la respuesta que en realidad tuvo votos (cosa que no pensé posible, créanme que la coloque por molestar pero hay de todo en este mundo) y era “tomarse la molestia de agregar a todos y cada uno de los amigos de su pareja”. Si esto no es locura y paranoia pura no sé qué es en realidad, primero que todo es inútil hacer esto no todos van a agregarte por que sí y cuando tu pareja se dé cuenta que “casualmente” tienen 300 amigos en común ya será demasiado tarde por que lógicamente alguna mano fastidiosa de me gusta, o algún comentario en x foto o estado ya te hubiese hecho explotar y echar todo a perder.
Sorprendentemente el amor, en mi opinión ha tenido una de las transformaciones más locas y extremas combinadas con celos, esquizofrenia y ganas; las aplicaciones creadas por jóvenes han cambiado la forma de acercar a los demás, de crear relaciones pero sin duda alguna ya forma parte de la actualidad y son realidad para todos. No sería lo mismo salir a rumbear y seguir pidiendo o dando el PIN de Blackberry, el correo para Messenger y no saber que están haciendo los demás con sus vidas en tiempo real. Morir de celos por la amiga que está en Roma, darle like a la foto de tus amigos o contarle al mundo que te vas a pintar el pelo de rosado y esperar el comentario enloquecido de tu mamá seguido por el arrepentimiento total de haberla agregado a tus amigos.
Saludos,
Hawkishtrend.