¿Quién se iba a imaginar que el 2020 traería un freno en el camino para tantas industrias? Una pandemia mundial era algo plasmado en las películas y alguno que otro documental de Netflix, pero vivirlo.. nadie lo esperaba. La industria de la moda no ha sido la excepción, miles de tiendas alrededor del mundo han tenido que cerrar sus puertas y pasar todos sus esfuerzos al formato online. Que suerte la de Zara en Colombia que justo meses antes de que todo esto pasará lanzó su aplicación oficial; probablemente la vidente que tienen obtuvo un aumento de salario.
Leía un artículo de Vogue España sobre la transformación que muchos diseñadores y casas de moda han tenido que empezar hacer, las principales semanas de la moda han sido transmitidas por redes sociales y los desfiles son virtuales! Muchos críticos han empezado a revaluar el sentido de estos desfiles, de los diseñadores e incluso de la existencia de la moda misma. Estar en casa y usar las prendas estrictamente necesarias lanzan el interrogante constante de toda mujer: ¿Me visto para mi? o para los demás?
Pero aún más importante, han hecho repensar el consumo desenfrenado… Como lo dice Holli Rogers, CEO de Browns y jefa de marca de Farfetch.com: “Tal cambio, unido a la necesidad de tomar decisiones más sostenibles, creo que con suerte podría llevarnos a hacia una moda más lenta, a revisar la estacionalidad y a abogar en su lugar por productos de calidad y de diseñador más duraderos”. Es el momento en el que todas hemos hecho limpieza del clóset, que nos hemos dado cuenta que tener 20 sacos en color rojo con mínimas diferencias no tiene mucho sentido, y por ende que las prendas que más amamos son aquellas que han estado en el clóset por más tiempo; en resumen aquellas de mejor calidad.
Nace así una nueva tendencia por la moda sostenible o el «Conscious Fashion», varias mega empresas de retail como H&M se habian percatado de este movimiento mucho antes del COVID. Con sus campañas de donar ropa y recibir descuentos a cambio muchas mujeres sacaban prendas de su closet, pero esto no es suficiente. La moda sostenible aboga por materiales reciclados, de mejor calidad que no atenten contra el medio ambiente y que en últimas sean duraderos. El «Fast Fashion» que es el némesis de este movimiento incita a comprar más y más rápido, reemplazar las prendas en el menor tiempo posible con la excusa de estar siempre a la moda. Pero esto agota los recursos naturales y hace que las finanzas personales se afecten cuando se hace en proporciones descomunales. Es mejor comprar una prenda de mayor costo que sabes durará por más tiempo; en últimas el costo-beneficio desequilibra la balanza.
Yo era una eterna esclava del «Fast Fashion» y solo hasta ahora empiezo a darle más crédito a las campañas ambientalistas y la moda sostenible. Creo que si es una opción más razonable que trae beneficios para todas las mujeres, pensar más en la utilidad de cada prenda y su aprovechamiento, a concebir que es una pedazo de tela más que usaré 2 veces y quedará eternamente enterrado en el closet. Amo la moda y eso no es una excusa para comprar desenfrenadamente en todas las tiendas, la clave está en seleccionar prendas para tu estilo y que sean versátiles. Los colores neutros, las prendas básicas y los accesorios diferentes siempre serán ganadores en cualquier clóset. “Construimos nuestra personalidad y le damos contexto con ese sombrero que llevamos, ese vestido, esos zapatos; eso no va a cambiar. La ocasión y el momento de lucirlo es lo que va a ser diferente”. – Bruno Sialelli
Si eres una Fast Fashion lover como yo, empieza a repensar, frenar un poco el ritmo de consumo y generar más consciencia entre cada compra ayudará a concebir el mundo de la moda distinto.
Interesante! No me considero tan Fast Fashion, pero estoy completamente de acuerdo con la moda sostenible y ambientalista. En verdad podemos vivir con mucho menos de lo que tenemos, no solamente en la moda si no también en otros aspectos.
En cuanto a la pregunta de me visto para mi o para los demás, ciertamente deberíamos vestirnos para nosotras mismas, pero el hecho de solamente ser vista a través de una pantalla en donde solo se puede ver a alguien de los hombros para arriba, no ayuda a algunas personas para que en este momento inviertan en prendas de vestir.