Un must para todos lo que deciden descubrir México, estas pirámides localizadas a menos de dos horas de México DF son un lugar increíble y lleno de energía. Un lugar que une lo maravilloso de los orígenes mesoamericanos y la cultura azteca, donde bajo las ruinas y las firmes pirámides del sol y la luna la energía se funde a través de los ojos de cualquier turista. Es un lugar donde siempre el cielo azul se encuentra con el sol y se respira tranquilidad.
Un paraíso además para los amantes de la fotografía, un escenario perfecto para hacer las mejores tomas desde la punta de la pirámide del sol, punto donde se capta la pirámide de la luna y todas las pequeñas ruinas de pirámides construyendo así el camino de la muerte. Con un significado histórico increíble este lugar ha sido de mis favoritos en mi visita a este país. Con un interés innato por la historia he aprendido de los orígenes de la cultura azteca, el significado que la muerte y la sangre tenía para ellos. Así como para los aztecas el estar más cerca del cielo sus ofrendas a los dioses eran puras, razón por la cual estas pirámides que se asemejan a las del antiguo Egipto en forma y tamaño, son obras de arquitectura impresionantes.

Restauradas y algunas de ellas en ruinas son muestras de la historia mesoamericana, de las raíces y los inicios de México; siempre marcado por las tradiciones latinoamericanas, con un tinte centroamericano y una pizca de europeo que lo hacen maravillosamente complejo.



A la salida de donde se encuentran las pirámides pueden descubrir uno de los mejores restaurantes de todo México: La Gruta. Este restaurante literalmente construido en una gruta, bajo tierra es espectacular, ofreciendo los mejores platos típicos mexicanos bajo un ambiente único y con sabores nuevos es mi recomendado total. Cuenta con un ambiente que puede ser tanto familiar, con su show de bailes típicos pero con un toque romántico para aquellos que deseen estar bajo tierra iluminados con la tenue luz de las velas. Aquí tuve la oportunidad de comer los famosos chapulines, grillos tostados sobre una tortilla de maíz un poco más gruesa que las normales forman este plato netamente mexicano: sope de chapulines.

Teotihuacan sin lugar a dudas encierra la historia, la arquitectura y la belleza de México. Un país donde a pocas horas de la ciudad encuentras mar, ruinas y formaciones naturales, donde escapar a vivir una experiencia en un ambiente diferente es posible y será un recuerdo inolvidable.
Hoy justamente, 15 de Septiembre me uniré a la fiesta más grande del año la Independencia de México.. pronto en el blog verán mi fiesta al estilo mexicano, por hoy solo resta decir: ¡Viva México!
